El derecho de vivir

En mi oficina se repite una y otra vez la siguiente escena. Le enseño la receta básica de EFT al nuevo cliente. Empezamos la primera ronda con la frase preparatoria “Aunque tengo este problema, sin embargo, me amo y me acepto completa y profundamente.” La repetimos, pero la interrumpo y pregunto: “¿Es verdad?”
La respuesta sorprendida a menudo es: “No, en realidad, no…”

Este “no” tiene historias diversas y, a la vez, similares en su fondo.
Hay padres que educan a sus hijos a palos y otros que creen que la mejor herramienta de la educación es quitarle al hijo el cariño. “Si te portas tan mal, te voy a pegar” o “si te portas así, no te quiero”.
De hecho, los niños tratados de esta manera suelen ser obedientes, pero ¿a qué precio?
Los niños son chicos, pero inteligentes, y saben sacar conclusiones. En estos casos, su conclusión implícita suele ser que, si no pueden cumplir con las expectativas de los padres, no merecen cariño; por tanto, no merecen ser parte de la familia. Se sienten usurpadores, alienados.

Esta creencia inconsciente trae varias consecuencias.
“Si mis padres dicen que soy flojo/malo/desordenado/etc., entonces lo soy, ya que ellos saben mejor que yo.” De este modo, el chico incorpora estos juicios en su identidad y se portará de acuerdo con ellos. Y cambiar la identidad es mucho más difícil que cambiar un mal hábito.
Al mismo tiempo, el niño sufrirá de la alienación. Siente que no merece el lugar en la familia y en la sociedad. Será un tímido o un insurgente destructivo.

Una vez trabajaba con una persona que fue víctima de una infancia especialmente tormentosa. Como una autodefensa, se alienaba de su familia y de sus propias emociones. No sufría, no tenía angustias ni miedo. Pero tampoco gozaba de la vida: el amor conyugal, la felicidad de criar a sus propios hijos lindos y sanos.
Pasaron meses mientras tratábamos los traumas, uno tras otro, que sufrió desde prácticamente ser embrión. Cuando terminábamos la terapia, esta persona me dijo: “¿Sabes cuál fue el momento cuando cambió mi percepción? Cuando me hiciste hacer tapping, diciendo que ¡tengo derecho a vivir y a ocupar mi lugar!”

Aquí está la secuencia, si quieres probarlo:

  • (Punto karate) Aunque tengo (este problema – aquí puedes insertar tu tema), sin embargo, quiero comprenderme y aceptarme.
  • (P.k.) Aunque tengo este problema, quiero comprenderme y aceptarme tal como soy.
  • (P.k.) Aunque tengo este problema, estoy dispuesto/a a comprenderme y aceptarme tal como soy.
  • (cejas) (este problema)
  • (rincón del ojo) quiero comprenderme
  • (bajo del ojo) tal vez, puedo aceptarme
  • (bajo la nariz) tal vez, merezco ser querido/a
  • (mentón) tal vez, hay lugar para mí
  • (clavícula) opto por comprenderme
  • (bajo el brazo) opto por aceptarme
  • (P.k.) me permito ser querido/a
  • (coronilla) tal vez, tengo derecho a estar aquí en la Tierra

Otra rueda más:

  • (cejas) estoy aquí
  • (rincón del ojo) en la Tierra
  • (bajo del ojo) tal vez, tengo derecho a estar aquí
  • (bajo la nariz) no, no tengo derecho
  • (mentón) tal vez, sí
  • (clavícula) estoy aquí
  • (bajo el brazo) tal vez tengo derecho a vivir
  • (P.k.) tengo derecho a mi lugar
  • (coronilla) tal vez, tengo derecho a estar aquí en la Tierra.
  • (cejas) soy parte del Universo
  • (rincón del ojo) estoy compuesta de las mismas moléculas
  • (bajo del ojo) de la misma materia
  • (bajo la nariz) de la misma energía
  • (mentón) soy parte igual
  • (clavícula) con igual derecho de existir
  • (bajo el brazo) opto por aceptarme
  • (P.k.) me permito ser querido/a
  • (coronilla) tengo derecho a estar aquí en la Tierra

Un gran suspiro… Un sorbo de agua… y un largo silencio. Así terminó la sesión, y mi paciente partió en paz.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *